Una dirección IP es una dirección única que identifica a un dispositivo en Internet o en una red local. IP significa “protocolo de Internet”, que es el conjunto de reglas que rigen el formato de los datos enviados a través de Internet o la red local.
En esencia, las direcciones IP son el identificador que permite el envío de información entre dispositivos en una red. Contienen información de la ubicación y brindan a los dispositivos acceso de comunicación. Internet necesita una forma de diferenciar entre distintas computadoras, enrutadores y sitios web. Las direcciones IP proporcionan una forma de hacerlo y forman una parte esencial de cómo funciona Internet.
El protocolo de Internet funciona de la misma manera que cualquier otro idioma, mediante la comunicación a través de pautas establecidas para transmitir información. Todos los dispositivos encuentran, envían e intercambian información con otros dispositivos conectados mediante este protocolo. Al hablar el mismo idioma, cualquier computadora, independientemente de su ubicación, puede comunicarse con otras.
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Cada dispositivo que se conecta a tu red de Internet tiene una dirección IP privada. Esto incluye computadoras, teléfonos y tablets, pero también cualquier dispositivo que pueda conectarse mediante Bluetooth, como los altavoces, impresoras o televisores inteligentes. Con el creciente Internet de las cosas, la cantidad de direcciones IP privadas que tienes en casa probablemente está aumentando. El enrutador necesita una forma de identificar estos artículos por separado y muchos necesitan una forma de reconocerse entre sí. Por lo tanto, tu enrutador genera direcciones IP privadas que son identificadores únicos para cada dispositivo que los diferencian dentro la red.
Una dirección IP pública es la dirección principal asociada a toda la red. Si bien cada dispositivo conectado tiene su propia dirección IP, también se incluyen en la dirección IP principal de la red. Como se describió anteriormente, tu ISP proporciona la dirección IP pública de tu enrutador. Normalmente, los ISP tienen un gran conjunto de direcciones IP que distribuyen a sus clientes. Tu dirección IP pública es la dirección que todos los dispositivos fuera de tu red de Internet utilizarán para reconocer tu red.
Las direcciones IP dinámicas cambian de forma automática y con regularidad. Los ISP compran un gran grupo de direcciones IP y las asignan automáticamente a sus clientes. De forma periódica, reasignan y devuelven las direcciones IP más antiguas al grupo para que las utilicen otros clientes. La explicación detrás de esta estrategia es generar ahorros para el ISP. Automatizar el movimiento regular de las direcciones IP significa que no es necesario realizar acciones específicas para restablecer la dirección IP de un cliente, por ejemplo, si se muda de casa. También existen beneficios de seguridad, ya que una dirección IP cambiante facilita a los delincuentes el pirateo de la interfaz de red.
Por el contrario, las direcciones IP estáticas son siempre las mismas. Una vez que la red asigna una dirección IP, esta permanece igual. La mayoría de las personas y empresas no necesitan una dirección IP estática, pero para las empresas que planean alojar su propio servidor, es fundamental tener una. Esto se debe a que una dirección IP estática garantiza que los sitios web y las direcciones de correo electrónico vinculados tengan una dirección IP constante, lo que es vital si desea que otros dispositivos puedan encontrarlos de manera predecible en la Web.
La búsqueda de tu dirección IP privada varía según la plataforma:
En Windows:
El uso de una VPN oculta tu dirección IP y redirecciona tu tráfico a través de un servidor independiente, lo que te brinda mayor seguridad en línea. Estas son algunas de las situaciones en las que se podría usar una VPN:
Cuando se utiliza una red Wi-Fi pública, incluso una que está protegida por contraseña, se recomienda usar una VPN. Si un hacker está en la misma red Wi-Fi, es fácil que espíe tus datos. La seguridad básica que utiliza la red Wi-Fi pública promedio no proporciona una protección sólida ante otros usuarios en la misma red.
El uso de una VPN agregará una capa adicional de seguridad a tus datos, lo que garantizará la evasión del ISP de la red Wi-Fi pública y cifrará toda tu comunicación.
Incluso en la comodidad de tu hogar, puede ser una buena idea utilizar una VPN para realizar cuestiones cotidianas. Cada vez que accedes a un sitio web, el servidor al que te conectas registra tu dirección IP y la adjunta a todos los demás datos que el sitio puede obtener sobre ti, como tus hábitos de navegación, en qué haces clic, cuánto tiempo pasas mirando una página en particular. Pueden vender estos datos a empresas publicitarias que los utilizan para adaptar los anuncios directamente a ti. Es por esto que los anuncios en Internet a veces se sienten tan personales: lo son. La dirección IP también se puede utilizar para rastrear tu ubicación, incluso cuando tus servicios de ubicación estén desactivados. El uso de una VPN evita que dejes rastros en la Web.